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TERMINOLOGÍA CONSENSUADA EN TERAPIA OCUPACIONAL: MARCO PARA EL ENTENDIMIENTO.

OCCUPATIONAL THERAPY CONSENSUS TERMINOLOGY: FRAMEWORK TO UNDERSTANDING.

 


Autor

D. Miguel Brea Rivero (1)
 (1) Profesor Colaborador de la Universidad Rey Juan Carlos, Departamento de Fisioterapia, Terapia Ocupacional, Rehabilitación y Medicina Física.

 

Texto Recibido: 20 de Enero 2008
Texto Aceptado: 20 de Febrero 2008

 


Como citar este artículo en sucesivas ocasiones:
Brea Rivero M. Terminología consensuada en Terapia Ocupacional: marco para el entendimiento. TOG (A Coruña) [revista en Internet]. 2008 [-fecha de la consulta-]; volumen 5 (num1): [27 p.]. Disponible en:
http://www.revistatog.com/num7


 

RESUMEN

Organizaciones de terapia ocupacional de diversa naturaleza y origen han intentado a lo largo del pasado encontrar uniformidad al lenguaje profesional empleado por todos los terapeutas ocupacionales sobre el planeta. El éxito es altamente cuestionable, tomando en consideración que el procedimiento para alcanzar esta uniformidad se ha centrado fundamentalmente en la mera traducción lingüística de textos o términos sin atender a la gran diversidad conceptual, cultural y contextual, entre los países del universo que conforma la terapia ocupacional. El resultado final ha mostrado un uso parcial y sectorial de esa terminología uniforme. Con el mismo propósito pero mediante un enfoque muy diverso, un grupo de trabajo constituido por miembros de diferentes países europeos ha promovido, en el ámbito de la Red Europea de Terapia Ocupacional en Educación Superior (European Network of Occupational Therapy in Higher Education, ENOTHE en sus siglas en inglés y para el resto del documento) una nueva metodología para alcanzar el fin perseguido. El énfasis se ha puesto en el concepto que subyace más allá del término y no en la mera traducción de la palabra.
Palabras clave del autor: Terminología, terapia ocupacional,
concepto, consenso, definición, uniformidad.

SUMMARY

Different Occupational therapy organizations have tried in the past to reach uniformity in the professional language used by occupational therapists all over the world.
Success is highly questionable, considering that process followed was based on the simple translation of texts or terms without paying attention to cultural, context and conceptual diversity among countries in the OT universe.
Final outcome has showed a limited and segmental use of uniform terminology. With the same purpose but using a different approach, a working group consisting of members from European countries, within the European Network of Occupational Therapy in Higher Education, has promoted a new methodology to reach the final outcome. Work is focused in the concept underpinning the term and not in the simple translation of words.

 

 

 

De igual modo, se ha considerado la diversidad cultural entre países y su variedad en el desarrollo disciplinar, y se ha tomado toda la literatura internacional como punto de referencia con el fin de realizar una búsqueda apropiada del término adecuado a cada caso. El resultado final se traduce en la producción de una base de datos que muestra definiciones consensuadas de términos considerados esenciales en terapia ocupacional. La conclusión más relevante que se puede extraer es que el uso uniforme de nuestro lenguaje profesional es posible, incluso más allá de nuestras fronteras, en la medida que seamos capaces de consensuar las raíces profundas de cada término empleado, esto es, su concepto, y no apliquemos la traducción fácil de la palabra y sin razonamiento previo. Este artículo explora además el uso futuro de esta terminología consensuada, el desarrollo posterior que está produciéndose y las conclusiones posibles que pueden extraerse del mismo.

DECS Terminología, Terapia Ocupacional, Formación de conceptos, consenso.

 

It has also been considered cultural diversity between countries and their professional development, and international literature sources have been used in order to appropriately search for the right term in each case.

Final outcome has produced a data base with consensus definitions on core occupational therapy concepts.

Most relevant conclusion is that a consensus use of professional language may be possible over Europe, as far as we are able to reach consensus on the deep roots for each term, this is, its concept, avoiding easy translation of words without previous analysis.

This article further explores the future use of consensus terminology, its present development and conclusions that can be drawn.

MESH: Occupational Therapy, Terminology, Concept Formation,  consensus.

Key Words Of Author: Terminology, Occupational Therapy, Concept , consensus, definition, uniformity.



Introducción

Quizás por su juventud o quizás por su proximidad al mundo de lo cotidiano, la terapia ocupacional ha carecido siempre de una tradición terminológica profesional bien asentada. No hay que olvidar que en nuestra intervención disciplinar, empleamos como referencia las actividades y el lenguaje propio de la vida diaria de los seres humanos.

Los primeros terapeutas ocupacionales no tenían teorías propias por lo que su profesión tomó prestada de otras ciencias, no solo teorías sino también los términos que se asociaban a aquellas. En el pasado más reciente, se han producido numerosos intentos por asentar no solo las bases filosóficas de la disciplina sino también un esfuerzo por establecer un lenguaje específico común y claro para todos los profesionales. Este objetivo, sin embargo, caracterizado por continuos tropiezos que han impedido a lo largo de su existencia un lenguaje profesional claro, aún permanece por resolver.

El ejemplo más notorio y reciente en la demostración de este capítulo pendiente, a estas alturas de nuestra historia profesional, es el informe elaborado por la European Network of Occupational Therapy in Higher Education (ENOTHE) en 2000(1) acerca de la terapia ocupacional en el ámbito académico, en el que se señalaba expresamente, como uno de los mayores problemas para la profesión, las diferencias entre los idiomas de los países miembro y la ausencia de uniformidad en la terminología en terapia ocupacional.

La necesidad de articular de manera clara los conceptos que rodean a los términos empleados en nuestro lenguaje profesional ha sido resaltada con anterioridad por otros muchos autores. Sirvan algunos ejemplos. Mosey (1985) (2) señaló que los terapeutas ocupacionales carecen de un vocabulario común, y que cada uno, utiliza su propia definición de un término en particular, o bien emplea el mismo término para etiquetar conceptos diferentes o simplemente no tiene definición alguna. Reilly (1962) (3) resaltó la necesidad de encontrar nombre a los conceptos propios de los terapeutas ocupacionales con el propósito de ser capaces de comunicar al resto de profesionales la complejidad de comprender aquello que subyace en la simplicidad de lo que hacemos. Nelson (1988) (4) llamó la atención sobre la ambigüedad con la que los terapeutas ocupacionales empleaban términos clave para su disciplina.

Por todo ello, el objetivo de realizar este artículo es mostrar los pasos dados desde el ámbito universitario europeo de la terapia ocupacional por alcanzar un entendimiento mutuo y una armonía en la terminología empleada en terapia ocupacional, para aumentar la comunicación entre los terapeutas ocupacionales en Europa, desde las perspectivas clínica y docente.

Antecedentes

Hagedorn (1997) (5) dijo que las palabras son importantes, pues son las herramientas para la comunicación académica y científica. Asimismo que la precisión en el lenguaje es necesaria, y que es esencial para una profesión emplear un vocabulario de común acuerdo.

Los terapeutas ocupacionales se enfrentan a dos problemas fundamentales en el uso de un lenguaje profesional común. Primero, al igual que algunas de nuestras teorías han sido adoptadas de otras ciencias y disciplinas, también parte de su lenguaje ha sido traído junto con el significado de los mismos. El segundo problema es que los terapeutas ocupacionales han empleado siempre actividades y circunstancias de la vida cotidiana en su tratamiento y, por este motivo, han empleado también el lenguaje cotidiano de las personas en su vida diaria.

Creek (2002) (6) ha formulado también la dificultad que tradicionalmente hemos tenido los terapeutas ocupacionales con el lenguaje para comunicar y transmitir el propósito y la naturaleza de nuestra intervención. Ella identificó está problemática mediante tres manifestaciones:

Una de las peores pesadillas de los alumnos de terapia ocupacional, incluso para aquellos que acaban de obtener su diploma, es tener que explicar en qué consiste su futura profesión. En semejante trance, experimentan graves problemas al tener que poner en palabras lo que los terapeutas ocupacionales hacen. Esto no es una novedad. A buen seguro, todos mostramos cierta empatía al haber sobrevivido con mayor o menor éxito a tales circunstancias. Es más, puede incluso considerarse, hasta cierto punto, razonable que muchos de los terapeutas ocupacionales que actualmente desarrollan su profesión desde hace años, se enfrenten aún a similares circunstancias.

Este hecho no es, tampoco, particular de nuestro país, está extendido por todo el mundo en el que se ha desarrollado, no importa en qué manera, la terapia ocupacional. Schön (1983) (7) sugirió que todas las profesiones prácticas muestran dificultad en explicar lo que hacen porque la mayor parte de su conocimiento es tácito, es decir es un tipo de conocimiento que se infiere mediante la práctica.
No debemos alarmarnos si esto fuera así, simplemente es imperativo subsanar esta problemática “ancestral”.

A todo ello se añade que en España, como en la mayoría de los países europeos, la literatura de terapia ocupacional empleada en nuestra disciplina ha tenido una fuerte influencia anglosajona. En ausencia de textos en español, se han interpretado o traducido textos del inglés que han sido referencia de las bases filosóficas y prácticas de la profesión, a lo largo del desarrollo de la misma dentro de nuestras fronteras. Lamentablemente estos textos no han sido correctamente traducidos en muchas ocasiones. Unas veces porque a las palabras empleadas no se les ha dado una interpretación o significado específico desde la terapia ocupacional, quizás porque quienes lo hicieron no eran profesionales de la terapia ocupacional y no han sabido captar o reflejar conceptos específicos de la disciplina en términos de uso cotidiano. Otras, porque se ha dedicado el tiempo en traducir palabras, y poco o ningún esfuerzo en identificar conceptos que subyacen en esas palabras y textos.
El resultado final es una literatura confusa en la que palabras diferentes se han empleado a menudo para describir un mismo concepto, con las graves consecuencias que para la práctica clínica, pero sobre todo para la identidad profesional, han generado.

Este hecho no ha pasado inadvertido para importantes organizaciones de ámbito internacional que han intentado, con dudoso éxito, encontrar solución, de diversas formas, a esta problemática por el bien de la comunidad profesional. Entre ellos, algunos ejemplos como la Terminología Uniforme para Terapia Ocupacional, desarrollada por la Asociación Americana de Terapia Ocupacional (AOTA) en sus tres ediciones (1979, 1989 y 1994), de las que se referencia únicamente la última versión, en la cual se indica expresamente que su contenido se ha diseñado para crear una terminología de uso común para la profesión (8). Sin embargo, Borst y Nelson (1993) (9) publicaron un estudio de investigación en el que encontraron que, con gran frecuencia, los terapeutas ocupacionales no entendían la terminología empleada que AOTA había denominado oficialmente como “uniforme”.

La Federación Mundial de Terapeutas Ocupacionales elaboró también un glosario de términos (2002) (10), cuyo trabajo se inició en su comité de práctica profesional, con “el fin de ayudar a los terapeutas ocupacionales a acceder a literatura específica de terapia ocupacional en diferentes idiomas”. Este glosario se limita, sin embargo, a traducir multitud de términos sin ofrecer una definición conceptual de los mismos, por lo que ofrece poco valor semántico para los terapeutas ocupacionales. Además, los términos más relacionados con la filosofía conceptual de nuestra disciplina toman como referencia un número muy escaso de definiciones y está restringido a un pequeño grupo de autores, dificultando el consenso.
Curiosamente, en cambio, este documento alude a la necesidad de establecer consenso entre los países de habla hispana, pero sin proponer metodología alguna. Tampoco hay consenso en la sistemática empleada por los 4 idiomas representados, ya que la versión alemana ha realizado las traducciones en función de la obsoleta Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías, de la Organización Mundial de la Salud.

De nuevo, la Asociación Americana de Terapia Ocupacional revisó su versión más reciente de la terminología uniforme a través del documento elaborado en 2002 y denominado Occupational Therapy Practice Framework: Domain and Process (11) en el que incluía también un glosario de términos. Los propios revisores del documento ya criticaban abiertamente, en el mismo, los frustrados intentos por alcanzar una terminología uniforme en ediciones anteriores: “las definiciones de los términos no eran claras, resultaban imprecisas o estaban categorizadas de manera inadecuada” o “términos que debían estar incluidos no aparecían”, “el concepto de ocupación no estaba incluido” y “el documento se ha empleado inadecuadamente para diseñar currículos académicos”.

Sin embargo, no han faltado críticas tampoco a este nuevo documento. Nelson (2006) (12) realiza un extenso análisis del mismo y, entre otras críticas, se refiere a la falta de coherencia del marco conceptual propuesto, y al hecho de que numerosos términos esenciales son definidos de manera imprecisa, concluyendo la no recomendación del documento como base para la práctica clínica, la formación académica o la investigación.

Él mismo cita en su artículo la única investigación conocida hasta la fecha sobre este documento americano, realizada por Reed, White y Wong (2004) (13), quienes señalan una ausencia de correspondencia muy frecuente entre la terminología empleada en el documento y la terminología que aparece en libros de texto de terapia ocupacional.

Proyecto europeo, ENOTHE

ENOTHE es una red temática enmarcada desde 1997 en los proyectos temáticos de red de los programas Sócrates-Erasmus, y financiada por la Comisión Europea desde entonces. Como organización, sin embargo, nació en 1995, en el marco de la Unión Europea, a iniciativa del Consejo Europeo de Terapeutas Ocupacionales (Council of Occupational Therapists for the European Countries, COTEC en sus siglas en inglés).

La meta principal de cualquier red temática es la de mejorar la calidad y definir y desarrollar la dimensión europea de una disciplina académica. Para ello se espera la colaboración entre universidades, asociaciones de variada índole y otros entes profesionales. Con este objeto, y durante cerca de una década, diferentes grupos de trabajo han ido desarrollando, en el ámbito de esta red europea, variados proyectos que se crearon con el propósito final de alcanzar esa meta.

Son cuatro las líneas de trabajo que se han seguido desde sus comienzos:
1) garantizar la calidad en la formación académica, proceso conocido en el ámbito educativo europeo por Tuning,
2) desarrollar una dimensión europea en el currículo formativo,
3) desarrollar una formación continuada y la investigación y
4) desarrollar métodos innovadores de enseñanza.

Como resultado se han presentado a lo largo de los últimos años productos tangibles que han procurado ofrecer una herramienta funcional tanto para el profesional clínico como para el estudiante y el docente.

Grupo de terminología

Uno de los objetivos establecidos por ENOTHE para los años 2001-2004 fue el de "crear uniformidad y hacer la terminología accesible a terapeutas ocupacionales y profesores de habla no inglesa, mediante la realización de un glosario de terminología de Terapia Ocupacional en cuatro idiomas". Para llevar a cabo este programa de trabajo, ENOTHE propuso la organización de un grupo formado por terapeutas ocupacionales de diferentes países europeos que trabajaran sobre terminología.

El proyecto se situó en el bloque de “armonía y garantía de calidad en la educación en terapia ocupacional” que se llevó a cabo desde 2001 hasta 2004. El trabajo elaborado ha supuesto un primer paso a un continuo desarrollo de la terminología que, a su vez, ha abierto las puertas a un profundo análisis conceptual posterior, en el que se encuentra inmerso el grupo en la actualidad. Este análisis significa un cambio importante en la evolución del pensamiento filosófico y conceptual de nuestra disciplina, tanto en el ámbito académico como clínico.

Objetivos

En sus inicios, el grupo se planteó como meta esencial desarrollar un entendimiento mutuo en el uso de la terminología de Terapia Ocupacional para aumentar la comunicación entre los terapeutas ocupacionales en Europa.

Para alcanzar esta meta se plantearon 3 objetivos centrales:
1. Crear definiciones consensuadas en inglés de términos considerados esenciales en el lenguaje profesional y especializado de nuestra disciplina, basándose en la literatura de terapia ocupacional en diferentes idiomas.
2. Traducir estas definiciones consensuadas a los idiomas representados por los miembros del grupo.
3. Desarrollar una página Web interactiva que permitiera un acceso sencillo a la información resultante a través de Internet, como recurso profesional y medio de comunicación interprofesional en el plano internacional.

Sin duda, el propósito fundamental subyacente, y presente en todo momento, no era el de crear un modelo de intervención, ni un glosario de nuevos términos en terapia ocupacional que acentuara la confusión, tampoco lo era conseguir la uniformidad plena, algo que parece más que improbable y cuestionable alcanzar, sino lograr un consenso en definiciones de términos esenciales, basado en la literatura existente, sin que fuera exclusivo de modelo alguno, y que pudiera ser aceptado por la mayor parte de la comunidad académica y profesional.

Los miembros del grupo que actualmente lo constituyen, representan 6 idiomas (alemán, español, francés, inglés, neerlandés y portugués).  Son Jennifer Creek del Reino Unido, Joaquim Faias de Portugal, Sylvie Meyer de Suiza, Hilde Pitteljon de Bélgica, Johanna Stadler-Grillmaier de Austria y Miguel Brea de España.

Metodología

El Diccionario de la Real Academia Española (14) describe el término definición como “Fijar con claridad, exactitud y precisión la significación de una palabra o la naturaleza de una persona o cosa”. Y consenso como “acuerdo producido por consentimiento entre todos los miembros de un grupo o entre varios grupos”. Así, el consenso podría describir a grandes rasgos la metodología empleada por los miembros del grupo de trabajo al producir las definiciones consensuadas de términos esenciales para la terapia ocupacional.

Para llegar a este consenso, se confeccionó un detallado programa que lo garantizara. De este modo, con una metodología propia, se aplica a otra disciplina, el propósito con el que nació la Real Academia Española «fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza».

El grupo se viene reuniendo, habitualmente, dos veces al año y mantiene, cuando se precisa, comunicación electrónica durante el resto del tiempo. Desde el inicio, se ha empleado el inglés como idioma de comunicación entre sus miembros, por razones obvias, pero también porque es el idioma en el que aparecen la mayor parte de las fuentes bibliográficas.

Los que se indican a continuación, son los pasos fundamentales dados de cara a la construcción de cada una de las definiciones consensuadas por el grupo de trabajo de terminología:

1. Fuentes empleadas.
Particularmente relevante es el hecho de que la búsqueda bibliográfica realizada no abarcó exclusivamente a textos anglosajones, si bien es cierto que estos superaban significativamente al resto. En general se obtuvieron definiciones procedentes de textos relacionados con asociaciones nacionales de terapia ocupacional, y con organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud y la Federación Mundial de Terapeutas Ocupacionales. Asimismo se identificaron libros de texto y artículos de revistas empleados en el ámbito universitario que incluyeran definiciones de cualquiera de los términos propuestos.

2. Recogida de definiciones.
Se recopilaron todas las definiciones encontradas en la literatura disponible para los términos seleccionados. Cuando se trataba de definiciones originales que aparecían en otro idioma diferente al inglés, estas eran traducidas al inglés, algo que puntualmente podría ser criticable desde la propia filosofía metodológica.

3. Cotejo de las definiciones.
Todas las definiciones recogidas entonces se compilaron en hojas de cálculo para su comparación y análisis posterior.

4. Identificación de elementos.
La idea básica era asociar los elementos fundamentales que aparecían en cada grupo de definiciones. Con este propósito, cada definición se desglosaba en un grupo de elementos, mediante el cual se comenzaban a identificar los conceptos clave que contenía cada definición. De este modo, se pudo elaborar una lista completa de estos elementos-conceptos para cada una de las definiciones.

5. Construcción de definiciones consensuadas.
A través del análisis minucioso de los elementos o conceptos identificados, el grupo confeccionaba entonces una definición para cada uno de los términos seleccionados. De capital importancia es que las definiciones debían contener aquellos conceptos que aparecían con mayor frecuencia en las definiciones originales, mientras que conceptos aislados eran desechados. Se alcanzaba, así, al producir la definición en inglés, el primer consenso. Actualmente se han producido definiciones de 25 términos diferentes.

6. Traducción.
Llega un momento crucial en la consecución de la meta máxima del proyecto. Las definiciones consensuadas debían ser traducidas a los diferentes idiomas del grupo de trabajo por los propios miembros del grupo. En todos los casos se acordó que, con posterioridad a esta primera propuesta, se emplearan otros sistemas de consulta que garantizaran la calidad y adecuación de la traducción. Estos incluían fundamentalmente grupos de expertos, procedentes de asociaciones nacionales, instituciones educativas y del ámbito clínico, quienes se encargaban de dar validez a estas traducciones. En ocasiones también se emplearon expertos lingüistas, como fue el caso de las traducciones al español.

En esta fase del trabajo es donde las connotaciones lingüísticas, culturales y contextuales comenzaban a jugar un papel determinante. Por ejemplo en algunos idiomas más de una palabra podía sustituir conceptualmente, de manera indistinta al término clave.  Tal es el caso del término “ocupación” que en alemán se traduce como Handlung, Betätigung y Beschäftigung. Al contrario, en otras ocasiones, no existía un término similar en un idioma determinado lo que complicaba la traducción de un concepto que podía no distinguirse en la disciplina profesional de otro país.

7. Desarrollo de un protocolo para inclusión de futuros idiomas.
Finalmente fue necesario elaborar un protocolo específico que permitiera a futuros países y lenguas realizar el mismo trabajo de traducción, garantizando la calidad de esta. El resultado es bastante satisfactorio ya que, en la actualidad, diversos países, de mayor y menor tradición histórica profesional, están en el proceso de traducción de las definiciones consensuadas.

Base de datos

Tras algún desatino tecnológico, que dificultó la llegada en el momento esperado, el producto final y tangible de todo este trabajo filosófico ha quedado plasmado en una base de datos (15) disponible, en la página Web de ENOTHE, para cualquiera que quiera hacer uso de ella, estudiante, clínico o docente. El motivo que justifica la realización de una base de datos en Internet es doble. En primer lugar, porque representa una herramienta tecnológica actual y de futuro al alcance de una enorme mayoría, y en segundo lugar, porque es una puerta abierta a la naturaleza dinámica en la propia evolución conceptual de los términos definidos.

En la actualidad, la base de datos puede consultarse en seis idiomas, permitiendo al usuario no solo el acceso a una visión conceptual sobre términos esenciales en seis lenguas diversas, sino además la posibilidad de contrastar los términos entre dos o más idiomas. Esto representa una ayuda al lector de literatura en terapia ocupacional, sea clínico o académico, que pueda presentar dificultades en la comprensión conceptual y no solo lingüística de textos producidos originariamente en una lengua diferente.

Futuro terminológico y conceptual

Todo el trabajo referido en la metodología descrita anteriormente, permitió abrir una puerta a un mayor desarrollo, en contenido y dificultad, de este primer paso que era alcanzar un consenso terminológico.
La metodología empleada en el grupo, principalmente a la hora de realizar el trabajo de traducción, permitió constatar, en ocasiones, grandes diferencias culturales no solo en el uso del lenguaje común, sino más importante, en el uso y aplicación de nuestro lenguaje profesional.

Como se ha mencionado, durante el proceso de construcción de las definiciones consensuadas, los miembros del grupo de terminología se adentraron en un debate filosófico de mayor profundidad, realizando un importante ejercicio de reflexión, a través del cual, y en particular gracias a la perspectiva intercultural del grupo, se empezó a ver de manera clara que los límites conceptuales de algunos términos entre sí no eran evidentes, mientras que en otras ocasiones había un número concreto de términos que parecían guardar mayor relación por proximidad conceptual.

De este modo, las diferencias culturales y lingüísticas contribuyeron en gran medida a abrir el debate filosófico sobre ciertos conceptos relacionados de la profesión, de manera que las definiciones tomaban un cariz cada vez más esclarecedor. Por poner un ejemplo, algunos conceptos podían ser identificados en un idioma bajo diferentes términos, mientras que en otras lenguas podía no existir un término que capturara de manera clara el concepto inmerso en la definición. Esta variedad lingüística y conceptual permitió un intercambio enriquecedor de información y experiencia entre los miembros del grupo, facilitando el entendimiento, en circunstancias de conflicto, y la búsqueda de términos que se ajustaran a conceptos específicos, en circunstancias de dificultad.
El debate sobre conceptos fue determinante en estos casos al sustentar la correcta y más apropiada selección del término que identificara al concepto en un idioma en particular, especialmente en los casos de mayor complejidad.

Todos los miembros del grupo de terminología hemos reconocido la enorme importancia de trabajar en un grupo multicultural y de gran variedad lingüística como un elemento de incalculable valor para desarrollar este trabajo.

Es interesante resaltar que otros idiomas que se encuentran en proceso de traducir las definiciones consensuadas, han expresado ya algunas dificultades lingüísticas similares, por la ausencia de términos que describen determinados conceptos esenciales para los terapeutas ocupacionales. En estas circunstancias, y dentro del ámbito profesional, puede ser también necesario, quizás, plantearse que nuevos conceptos exigen y demandan nuevos términos.

Así ha ocurrido de hecho en nuestra profesión, que en su evolución y desarrollo se encuentra con nuevos conceptos y términos asociados a los mismos. La íntima relación que la terapia ocupacional mantiene con el desarrollo del ser humano como ser ocupacional y en continuo cambio, determina y justifica, al mismo tiempo, que aparezcan nuevos conceptos antes no considerados.
Es el ejemplo de términos que, aunque puedan llegar en el futuro a formar parte de nuestro lenguaje profesional, se han comenzado a usar tan recientemente que no existe aún, en la terapia ocupacional, una base bibliográfica sustancial para construir definiciones consensuadas de acuerdo a la metodología empleada. Son términos, sin embargo, que, aunque algún lector pueda no haberlos oído jamás, comienzan a instaurarse progresivamente en nuestro lenguaje profesional, y que por tanto deben ser tomados en cuenta. Sirva un par de ejemplos: alienación ocupacional o justicia ocupacional (16).

Pero es precisamente este, uno de los aspectos futuros de mayor fuerza y valor en relación con el trabajo realizado. Sirve para entender que, al igual que el ser humano evoluciona, cabe la posibilidad de enfrentarse a cambios conceptuales en la forma en la que se percibe el mundo de la terapia ocupacional, tanto desde los fundamentos filosóficos y teóricos como los eminentemente prácticos y de intervención.

Quizás por este motivo, este enfoque pueda catalogarse como un giro filosófico y de mentalidad profesional, que también puede (y de hecho consideramos, lo hará) producir un cambio en nuestra intervención como terapeutas ocupacionales. Parafraseando las palabras del Diccionario de la Real Academia Española, la terminología en terapia ocupacional nunca está terminada, es una obra viva que se esfuerza en reflejar la evolución de los conceptos, registrando y aceptando nuevas formas, y atendiendo a las mutaciones de significado que pudieran producirse.

Debemos, por tanto, permanecer abiertos al cambio y aceptar que el desarrollo del ser humano en todas sus facetas puede originar transformaciones, también en nuestra metodología e intervención. No en vano somos profesionales que trabajan sobre aspectos más cercanos al ser humano, en todos los sentidos, desde lo personal, hasta lo social.

Dinamismo frente a jerarquía

Tradicionalmente, la mentalidad con la que los terapeutas ocupacionales hemos mirado a los términos más característicos de nuestro lenguaje profesional ha sido de estilo jerárquico. Si nombrara a un terapeuta ocupacional las siguientes tres palabras: actividad, tarea y ocupación, de manera inmediata establecería un orden determinado e invariable. Sin embargo, a través de este debate terminológico, y a menudo filosófico, hemos llegado a la conclusión de que la relación entre los términos, no solo actividad, tarea y ocupación, sino todos los que conforman nuestro lenguaje especializado, no es jerárquica sino dinámica.

Por tanto, nos enfrentamos a todo un desafío que consiste en romper una de las creencias filosóficas más arraigadas en nuestra disciplina profesional. Lo que puede no resultar, como es lógico, fácil. Esta nueva filosofía conceptual, apenas explorada, nos lleva a pensar en establecer asociaciones entre conceptos, pero, considerando que tanto los términos como las asociaciones pueden cambiar, dada la naturaleza dinámica de los mismos.

Es esta circunstancia, la que determina la idea de que probablemente nos enfrentamos a una nueva perspectiva de interpretar y conceptualizar términos que se consideran claves para la profesión.

La manera en la que se agrupan los distintos términos y conceptos, así como las relaciones existentes entre términos y grupos de términos están siendo exploradas por los miembros del grupo. Las conclusiones más relevantes serán presentadas próximamente. Primero, en el próximo Congreso Europeo de Terapia Ocupacional en Hamburgo, en mayo de 2008 y posteriormente mediante la publicación de un libro, probablemente en 2009, que profundiza en esta nueva perspectiva conceptual, tanto desde la teoría como la práctica de nuestra intervención. El propósito es que esta nueva manera de conceptualizar el universo de la terapia ocupacional pueda llegar a todos, profesionales, docentes y estudiantes relacionados con nuestra disciplina.

Teorías de la complejidad

Sin embargo, hay algún apunte relevante en relación con esta perspectiva dinámica sobre el que, en este momento, se puede llamar la atención, y es la contribución que la teoría de la complejidad ha hecho para fundamentar esta nueva forma de pensamiento en nuestra disciplina profesional.

Estas teorías de la complejidad reconocen que algunos sistemas están formados por elementos diferentes entre sí que interactúan entre ellos de muy diversas maneras, de manera que todo puede cambiar a cada momento. Por este motivo el concepto de complejidad recoge la necesidad de comprender el sistema mediante el análisis de las relaciones producidas dentro del mismo y no únicamente de los elementos que lo conforman de manera aislada (17). En otras palabras, hemos realizado la mitad del trabajo, y quizás, me atrevería a decir, la mitad fácil.

Nos enfrentamos así, en nuestro futuro terminológico y conceptual, ante una estructura compleja formada por diferentes términos esenciales para la terapia ocupacional que recogen diversos conceptos empleados y recogidos en nuestra disciplina y que se relacionan entre sí de manera dinámica y cambiante.

Perspectivas diferentes, conceptos diferentes

Paralelamente, a lo largo de las reuniones y encuentros entre los miembros del grupo que han tenido lugar en los últimos 2 años, se llegó también a la conclusión de que la interpretación de los conceptos se modificaba en relación con la perspectiva de la persona que analizaba o usaba los términos definidos. Un ejemplo más del dinamismo de este nuevo marco conceptual.

En los talleres prácticos que el grupo de terminología ha realizado en los dos últimos encuentros anuales de ENOTHE (Ankara, 2006 y Cork, 2007) hemos podido contrastar y corroborar este hecho. Lo que nos lleva a pensar que el uso que le hemos dado a nuestro lenguaje, desde el punto de vista conceptual, se ha basado, tradicionalmente, en una sola perspectiva, la del terapeuta ocupacional, como observador de lo que nuestros pacientes hacían.

El terapeuta ocupacional, como conocedor y observador de los problemas de otros, ha conceptualizado la ocupación y todo lo que a esta rodea desde su propia visión como clínico. Es ahora el momento de cambiar y pasar al otro lado para conocer más profundamente la perspectiva y la vivencia de la persona: qué hace, cómo lo hace, cuándo lo hace, dónde lo hace. De esta manera podremos entender mejor el significado que para nuestros pacientes tienen los conceptos que manejamos en nuestro lenguaje profesional especializado, haciéndoles partícipes, y abriendo además una puerta a una nueva forma de entendimiento de los conceptos y los significados de términos esenciales para nuestra profesión.

Aplicación práctica

Este nuevo enfoque y perspectiva conceptual pretende y debe ser de aplicación no solo teórica, sobre las bases fundamentales de la profesión, sino que además debe ser de utilidad práctica para el clínico y el alumno.

El propósito es llegar a todos, terapeutas ocupacionales cualificados, en el ejercicio de la practica clínica, docentes que puedan aplicarlo en el marco de la enseñanza y estudiantes de terapia ocupacional que puedan verse beneficiados por una formación basada en un entendimiento más complejo pero más profundo de nuestra profesión.

Contamos ya con algunos ejemplos en los que hemos podido explorar la aplicación práctica de esta terminología consensuada y del enfoque de esta nueva conceptualización. Los talleres prácticos mencionados en los que terapeutas ocupacionales y docentes de diferentes instituciones europeas han tenido la ocasión de contrastar y constatar los aspectos novedosos de esta manera de conceptualizar los términos más esenciales de nuestra disciplina. La propia base de datos sobre terminología, puesta en funcionamiento en octubre de 2007, y en fase de mejora para que sirva de herramienta más dinámica e interactiva, que además ha sido incluida, en calidad de recurso y herramienta formativa, en la página Web sobre nuevas metodologías de enseñanza e-learning,  diseñada y creada por otro grupo de trabajo enmarcado en la misma organización europea.

El futuro de nuevas aplicaciones prácticas pasa, ineludiblemente, por la publicación de un libro de texto en el que poder profundizar sobre todos los aspectos mencionados, sirviendo de referencia para la formación académica de terapeutas ocupacionales en el ámbito europeo, ya que todo el trabajo se ha desarrollado en este espacio geográfico y cultural, y coincide con la filosofía del nuevo mapa europeo en educación superior. 

La posibilidad de crear seminarios prácticos, acerca de la conceptualización y manejo de términos y conceptos esenciales para la terapia ocupacional como base filosófica primaria en la formación académica, es otra vía a explorar.

En todos los casos se contempla una actualización periódica de los conceptos que forman este universo de términos, de lo contrario se opondría a las bases propias sobre las que se asienta, esto es, el dinamismo. Es necesario recordar que estos conceptos pueden cambiar y evolucionar junto con el propio ser humano y su contexto.
 
Conclusiones

El objetivo de alcanzar un consenso en el uso de los términos que más nos caracterizan como terapeutas ocupacionales, ha llevado también a percibir una estructura particularmente compleja entre todos los términos. Esta estructura confirma una manera singular y novedosa de conceptualizar la terapia ocupacional al profundizar en el entendimiento de la relación que se establecen entre términos y por tanto también entre conceptos, desde diferentes perspectivas.

Si los terapeutas ocupacionales no pueden explicar con el lenguaje apropiado lo que son y lo que hacen, ante sus colegas profesionales, sus alumnos, o sus pacientes, entonces permanecerán vulnerables a que su rol y sus funciones sean malinterpretados y no tomados en consideración por otros.

Es, por ello, a mi modo de ver, un desafío capital para todos nosotros, como terapeutas ocupacionales y como transmisores de la verdadera naturaleza de nuestro trabajo, hacer de nuestro lenguaje un marco de entendimiento y comunicación entre nuestros pacientes, profesionales de nuestra y otras disciplinas, formadores y estudiantes, que confío podamos superar de manera consensuada.

 

 

Se incorpora Anexo 1 a este documento con el título Definiciones consensuadas. Grupo de Terminología ENOTHE. (Actualizado febrero, 2008)


Bibliografía


(1) Bruggen van H, Renton L, Ferreira M, Granse M, Morel MC. Occupational Therapy Education in Europe: an Exploration. Amsterdam: The European Network of Occupational Therapy in Higher Education; 2000.

(2) Mosey AC. Eleanor Clarke Slagle lecture: A monistic or a pluralistic approach to professional identity?. Am J Occup Ther.  1985; 39 (8): 504-09.

(3) Reilly M. Occupational therapy can be one of the great ideas of 20th century medicine. Am J Occup Ther.  1962; 16 (1): 1-9.

(4) Nelson DL. Occupation: form and performance. Am J Occup Ther .  1988; 42 (10): 633-41.

(5) Hagedorn R. Occupational therapy: Perspectives and processes. 2nd ed. Edinburgh: Churchill Livingstone; 1997.

 (6) Creek J. Occupational Therapy: New perspectives. London: Whurr Publishers Ltd.; 2002.

(7) Schön D. The reflective practitioner: How professionals think in action. New York: Basic; 1983.
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(9) Borst MJ, Nelson DL. Usage of Uniform Terminology by occupational therapists. Am J Occup Ther. 1993; 47: 611-618.

(10) World Federation of Occupational Therapists. World Federation of Occupational Therapists glossary: English, French, German, Spanish. 2nd draft 2002.
http://www.wfot.org/office_files/WFOT%20Glossary%20Introduction%202002%20whole.pdf

(11) Occupational Therapy Practice Framework: domain and process.
Am J Occup Ther . 2002; 56(6):609-39.

(12) Nelson DL. Critiquing the logic of the Domain section of the Occupational Therapy Practice Framework: Domain and Process. Am J Occup Ther . 2006; 60 (5), 511-523.

(13) Reed KL, White M, Wong J. Comparison of terminology: OTPF vs 25 current textbooks. Paper presented at the American Occupational Therapy Association’s Annual Conference & Expo, Minneapolis , Minnesota .

(14) Diccionario de la Real Academia de la Lengua. 22ª ed. Madrid: Espasa Calpe; 2001.

(15) European Network Occupational Therapy in Higher Education. European Occupational Therpay Terminology Database. [base de datos en Internet]. [citado 27 febrero 2008].  Disponible en: http://pedit.hio.no/~brian/enothe/terminology/

(16) Kronenberg F, Simó S, Pollard N. Terapia Ocupacional sin fronteras: aprendiendo del espíritu de supervivientes. Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2007.

(17) Cilliers P. Complexity and postmodernism: understanding complex systems. London: Routledge; 1998.



ANEXO 1

Las definiciones incluidas en este anexo fueron reseñadas por primera vez en noviembre de 2007, mediante nota informativa, en el portal www.terapia-ocupacional.com , a través del cual puede accederse también a la base de datos del grupo de terminología de ENOTHE, donde originariamente fueron incluidas.

 

DEFINICIONES CONSENSUADAS
GRUPO DE TERMINOLOGÍA ENOTHE
(ACTUALIZADO FEBRERO, 2008)

Nota del autor: Por el interés profesional y académico, para su mayor aprovechamiento, se sugiere consultar la base de datos(*) al utilizar textos provenientes del inglés u otros idiomas disponibles en esta, con el fin de conocer el término correspondiente en español. Se quiere también llamar la atención sobre el hecho de que existe un término más en proceso de traducción.

ACTIVIDAD

Serie estructurada de acciones o tareas que contribuyen a la ocupación.

 

ÁREAS DE DESEMPEÑO OCUPACIONAL
Categorías de tareas, actividades y ocupaciones que, por regla general, forman parte de la vida cotidiana. Se suelen denominar autocuidado, productividad y ocio y tiempo libre.

 

AUTONOMÍA
Libertad de decidir, teniendo en cuenta circunstancias internas y externas, y de actuar con relación a esas decisiones.

 

COMPONENTES DE DESEMPEÑO OCUPACIONAL
Habilidades y destrezas que influyen en la realización de tareas, actividades y ocupaciones, y la hacen posible. Pueden clasificarse en físicos, cognitivos, psicosociales y emocionales.

 

CONTEXTO
Relación entre el entorno, los factores personales y los acontecimientos que influyen en el significado de una tarea, actividad u ocupación de quien la lleva a cabo.

 

DEPENDENCIA
Necesidad de ayuda para  desempeñar actividades cotidianas de forma satisfactoria.

 

DESTREZA

Capacidad desarrollada a través de la práctica que permite un desempeño ocupacional eficaz.

 

DESEMPEÑO OCUPACIONAL / DESEMPEÑO DE ACTIVIDADES / DE TAREAS
Elección, organización y realización de ocupaciones / actividades / tareas en interacción con el entorno.

 

ENTORNO
Factores externos (físicos, socioculturales y temporales) que demandan e influyen en el desempeño ocupacional.

 

EVALUACIÓN
Proceso de obtención, interpretación y análisis de la información con el fin de priorizar problemas y necesidades, planificar y modificar la intervención y determinar su valor.

 

FUNCIÓN 1
Componentes físicos y psicológicos que subyacen en la persona y que favorecen el desempeño ocupacional.

 

FUNCIÓN 2
Capacidad de utilizar los componentes de desempeño ocupacional para realizar una tarea, una actividad o una ocupación.

 

HABILIDAD
Característica personal que favorece el desempeño ocupacional.

 

HÁBITO
Pauta de desempeño en la vida diaria que se adquiere mediante repeticiones frecuentes, requiere una atención mínima y proporciona una función eficaz.

 

IMPLICACIÓN  
Sentimiento, con significado positivo, de poder elegir, de estar involucrado y comprometido en la ocupación o actividad que se desempeña.

 

INDEPENDENCIA
Capacidad de desempeñar actividades cotidianas de forma satisfactoria.

 

INTERDEPENDENCIA
Situación de dependencia e influencia mutuas entre los miembros de un grupo social.

 

MOTIVACIÓN
Impulso que dirige las acciones de una persona a satisfacer  necesidades fisiológicas, psicológicas y sociales básicas.

 

OCUPACIÓN
Grupo de actividades que tiene un significado personal y sociocultural. Está determinada por la cultura y promueve la participación en la sociedad. Las ocupaciones pueden clasificarse como autocuidado, productividad y/u ocio y tiempo libre.

 

PARTICIPACIÓN
Acción de tomar parte en situaciones cotidianas mediante actividades dentro de un contexto social.

 

ROL OCUPACIONAL
Normas y expectativas sociales y culturales del desempeño ocupacional que están vinculadas a la identidad personal y social del individuo.

 

RUTINA
Secuencia de tareas o actividades establecida y predecible.

 

TAREA
Serie de pasos estructurados (acciones y/o pensamientos) que pretenden conseguir una meta específica. Esta meta puede ser:
1.       La realización de una actividad.
                                     o
2.       El cometido que se espera de alguien.

 

VALORACIÓN
Proceso de recogida e interpretación de información acerca de las funciones y entornos de las personas, en el que se emplea la observación, pruebas e instrumentos de medida, para justificar la toma de decisiones y monitorizar cambios.

 

VOLICIÓN
Capacidad de elegir qué hacer o de continuar haciendo algo, siendo consciente de que el desempeño de la ocupación/actividad/tarea es voluntario.

 

(*) La actualización de estas definiciones puede consultarse a través de la página http://www.enothe.hva.nl , directamente en el enlace de la base de datos propiamente dicha http://pedit.hio.no/~brian/enothe/terminology , o a través del portal www.terapia-ocupacional.com , donde se señala información y cómo acceder a esta base de datos.



 

 

 

 

 

Revista Gallega de Terapia Ocupacional TOG. www.revistatog.com. Número 7. Marzo 2008

Asociación Profesional Gallega de Terapeutas Ocupacionales

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